Las salidas de escape del F2 son de pega, las del F4 son reales. Solo por eso ya no lo compraría pero fuí a probarlo. Ha cambiado mucho respecto a los Brabus anteriores que eran todo ruído y estética y pocas nueces. Éste estéticamente no parece Brabus si no fuera por los escapes falsos (que para colmo están soldados al silencioso con lo cual no se pueden quitar para no pasar vergüenza). Corre mucho y no hace ruído. Por fin se puede viajar por autopista con el coche bajo de revoluciones y la radio a volumen normal. El cambio es una maravilla lástima que por algún motivo el motor no responde inmediatamente, hay como un retraso, el turbo? Quizá eso explique por qué la diferencia del 0 a 100 con el modelo anterior sea tan poca. El cambio ahora es rápido, el turbo lento. Salí de la autopista bastante impresionado y con ganas de comprar, hasta que me metí en una carretera de montaña. El control de estabilitad ESP mata el coche, se activa en la mitad de las curvas e impide cualquier placer de conducción. Viniendo de un Roadster, la sensación era estar conduciendo un Hyundai i10, cero deportivo, cero diversión. Aparte, no han conseguido todavía eliminar la sensació de estar sobre uno de esos caballitos-muelle de los crios cuando frenas y aceleras. Mi conclusión, un coche fabuloso para la ciudad, para presumir y para recorridos medios pero como coche de placer mejor gástate la mitad en un Roadster Brabus y dedica el resto del dinero a mantenerlo.