La industria del automóvil rebaja sus previsiones por los precios de la gasolina

[Sicotek]

MADRID.-"Todo se torció cuando el precio del galón de gasolina alcanzó 3,5 dólares (0,72 euros el litro)".

Con este lacónico análisis, el consejero delegado de Ford, Alan Mulally, explicó la semana pasada por qué la compañía que preside tardará más tiempo del previsto en volver a ser rentable. Con toda seguridad, directivos de otras marcas en Detroit, Tokio, Múnich o París estarán de acuerdo en que la industria del automóvil está amenazada este año en su talón de Aquiles.

Los fabricantes de vehículos cuentan cada vez con menos recursos para evitar la crisis económica que se ha extendido este año por sus principales mercados. Con General Motors y Toyota a la cabeza, las principales compañías del mundo vendieron más de 57 millones de vehículos el año pasado y su volumen de negocio superó el billón de euros, unas cifras que sólo podrán mejorar en 2008 con grandes esfuerzos.

La industria del automóvil rebaja sus previsiones por los precios de la gasolina

Los vehículos más verdes aún dependen en buena medida de las gasolineras y los países emergentes como China, Rusia o la India prometen un gran futuro con millones de compradores potenciales, pero no sirven aún a los fabricantes para financiar los cambios que viven Estados Unidos, Europa y Japón, mercados en los que se apoya su negocio.

El mercado norteamericano resume en cierto modo la situación. Además de un problema para fabricantes de Detroit como General Motors, Ford o Chrysler, Estados Unidos se ha convertido en un quebradero de cabeza para buena parte de la industria del automóvil japonesa.

Toyota, que a duras penas mantuvo estable su cifra de ventas en el país, ya ha señalado que sus beneficios (más de 10.000 millones de euros en 2007) se reducirán como mínimo un 27%, debido fundamentalmente a la situación en el mercado estadounidense, donde es la segunda marca que más vende. Honda, por su parte, estima que ganará un 18% menos.

Desde enero, las previsiones de matriculaciones de coches nuevos en el mercado que fue objeto de deseo de todas las marcas han caído constantemente, hasta situarse por debajo de 15 millones, un millón y medio menos que en 2007. Es un desplome que se ha acelerado a medida que subía el precio de las gasolinas.

Para los tres grandes fabricantes americanos, los problemas derivados del creciente coste de llenar el depósito llegan en pleno proceso de reestructuración industrial. A la factura por el cierre de decenas de fábricas y el despido de miles de empleados deberán sumar ahora el de cambiar su estructura lo más rápido posible para producir menos todoterrenos y más turismos, que es lo que comienzan a demandar con fuerza los conductores norteamericanos.

De hecho, la situación actual se ha vuelto favorable para especialistas en coches pequeños como Fiat, que incluso ha reconocido la posibilidad de seguir a Daimler con Smart y exportar su utilitario 500.

Aunque la situación no sea tan grave, en Europa también se dejan notar los efectos de los precios de la gasolina y son varios los fabricantes a quienes la burbuja del petróleo y las materias primas les sorprende en plena reestructuración.

Si Fiat, apoyado también en sus marcas de lujo Ferrari y Maserati, parece haber dejado atrás el abismo, PSA se encuentra en medio de una transformación que le ha llevado a reducir su plantilla en 10.000 personas y trasladar parte de la producción a Europa del Este.

Fuente: El mundo Motor