Detroit se electriza tras su año más negro

[Sicotek]

Los fabricantes de coches miran hacia el futuro y se esfuerzan por superar la caída de la demanda en un país en recesión económica donde el crédito continúa siendo un artículo de lujo.

"Estamos aquí para quedarnos". Así intentan infundir confianza los empleados de General Motors que, guiados por su empresa, pasean estos días con pancartas por el Salón Internacional del Automóvil de Detroit (Estados Unidos). Los trabajadores saben de antemano que el certamen, que arrancó el domingo y que terminará el 25 de enero, se ha contagiado este año de las sombrías perspectivas que se ciernen sobre la industria automovilística y sobre el mercado estadounidense, una coyuntura que, previamente, ya provocó que se cayeran de la cita de Detroit fabricantes como Nissan, Subaru, Suzuki, Land Rover, Porsche, Ferrari y Mitsubishi.

El salón ofrece este año mucho menos glamour y espectáculo que en ediciones anteriores, tendencia que se ha visto acrecentada, entre otras razones, por las restricciones presupuestarias que el Gobierno de Estados Unidos ha impuesto a las empresas que ha rescatado con fondos públicos (General Motors y Chrysler). Ninguna de ellas puede gastar más de 100.000 dólares hasta 2011 sin que lo sepa y lo autorice el Departamento del Tesoro.

Aun así, el certamen ha logrado presentar 58 nuevos vehículos. De esta cifra, 44 son novedades para todo el mundo y catorce, sólo para Norte América. Los organizadores, muy optimistas, esperan que este menú sirva para atraer al certamen a 70.000 visitantes, entre profesionales de la industria (40.000) y público, la misma cifra que el año pasado.

Coches verdes

Las empresas se han afanado en presentar en Detroit coches eficientes en el consumo de combustible, como híbridos (que combinan un motor eléctrico y un motor tradicional) y eléctricos, aunque muy pocos de ellos estarán disponibles en el mercado a corto plazo. La mayoría se empezará a comercializar a finales de 2010.

Así, Smart confirmó ayer que comenzará a producir su primer Fortwo eléctrico a finales de este año, mientras que Toyota anunció que venderá un coche cien por cien eléctrico en Europa, Japón y Estados Unidos en 2012. Ford lo hará un año antes, en 2011, lanzando un compacto eléctrico, pero sólo para Norte América. Funcionará con una batería de ion-litio, que genera una autonomía de 150 kilómetros. “Estos coches están orientados para su uso en centros urbanos”, dijo Derrick Kuzack, jefe de desarrollo de Producto de Ford, que prevé comercializar entre 5.000 y 10.000 unidades anuales de este modelo.

General Motors, por su parte, avanzó ayer que tendrá una fábrica en el Estado de Michigan dedicada al ensamblaje de baterías eléctricas (para su modelo Chevrolet Volt), que serán fabricadas en Corea del Sur por LG.

Con esta estrategia, los fabricantes de coches intentan ganarse a los consumidores más preocupados por el consumo y por el medio ambiente, al mismo tiempo que buscan poner de su parte al Gobierno de Barack Obama, el presidente electo de EEUU, que quiere que las empresas del país rediseñen su producción hacia este tipo de vehículos.

Sin embargo, todavía está por ver si los consumidores estadounidenses, que hasta ahora estaban abonados a los grandes todoterrenos y a las furgonetas descubiertas (pick-ups) siguen las recomendaciones de su Gobierno y cambian de hábitos con el país en recesión económica y con el acceso al crédito todavía en mínimos. La conjunción de estas dos variables provocó que el año pasado, uno de los más negros de la historia, se vendieran poco más de 13 millones de coches en EEUU, un 18% menos que en 2007.

Ayudas

Bill Ford, presidente de Ford, indicó el domingo que la generalización de los vehículos eléctricos en EEUU obligará al Gobierno a dar ayudas para impulsar la demanda, dentro de sus planes de política energética. “Desconocemos qué demanda existe y con la gasolina por debajo de dos dólares por galón (3,8 litros) en varias partes del país, creo que vamos a necesitar ayuda para impulsar los coches eléctricos”, dijo Ford.

Los tres grandes de Detroit, que están inmersos en planes de venta de activos (General Motors negocia desprenderse de Saab y Hummer; y Ford, de Volvo), se enfrentan a un año complicado, en el que las ventas de coches en EEUU todavía caerán más, hasta 11,5 millones de vehículos, según aseguró ayer la consultora automovilística CSM.

Un nuevo ‘Fiesta’ para impulsar a Ford

El grupo Ford tiene puestas las máximas expectativas en el nuevo Fiesta. La segunda empresa del sector automovilístico de Estados Unidos espera introducir en su país coches que están funcionando bien en Europa y que hasta ahora apenas se veían en Detroit.

‘Volt’, el bálsamo que busca General Motors

General Motors ha presentado en Detroit el Chevrolet Volt, un coche eléctrico con el que espera poder competir con el Prius de Toyota, un gran éxito en EEUU. Rick Wagoner, presidente de GM, dijo ayer que ha comprometido una inversión de 1.000 millones para el lanzamiento del Volt.

Toyota confía en el lujo híbrido con ‘Lexus’Toyota ha llevado a Detroit el modelo Lexus HS 250, que según la empresa es el primer coche del mundo de lujo completamente híbrido. El coche empezará a venderse el próximo verano. La compañía indica que el 60% de los compradores de coches de lujo quieren vehículos eficientes.

Fuente: Expansión